Infinita transparencia

Amores infinitos, amores olvidados, amores escondidos. Poco a poco me voy acercando, con el temor de ser descubierta, solo quiero un pequeño mordisco en su piel...pequeño, tan ínfimo, ¿me lo darías?, ¿amorcito mío?, ¿un mordisco en tu cuellito?.  Me escondo para que no se percate de mi ataque, el continua hablando como si nada a pesar de que he podido obtener un poco de su atención…la ignora. Seguiré avanzando hacia ti, con todo el amor y deseo que te puedo tener. No te quedes callado que tu sangre estoy segura de que sabrá mucho mejor así, y quiero disfrutarla al máximo porque tu…. Eres el amor de mi vida. No puedo detenerme, ya he comenzado este largo viaje de allá muy lejos hasta este extraño y asqueroso mundo. Mi alma viaja hacia ti, con toda la esperanza,  llega el momento, tu compañía se espanta de mi presencia…se siente a kilómetros mi deseo de sed, te tengo enfrente de mí...y me miras te apego a  esa pared inerte de ahí, solo respiras agitado y me sonríe...

Somos cuerpos andantes, cuerpos casi vacios, nuestras almas quieren ser libres del jefe Tiempo, dejémosle un rato, un sol y unas cuantas lunas para que vuelen lejos  del estrés. Sonriamos un poco más, ¿no es doloroso saber que nuestras almas vuelan de nosotros mismos? Me detuve en una calle, la gente me empujaba y me miraba con enfado, apreté el reloj y se detuvo el ambiente, todo se volvió negro pero yo veía a sus esencias moverse a una velocidad increíble, detuve a una…y le pregunte “¿Qué les pasa?, se supone que son de aire, ¿por qué se esquivan?” y esa mínima luz de esperanza en sus ojos se esfumo…no me respondió, continuo con el camino. Yo en cambio pude sonreír, había una solución. Mírenlas, revoloteando por el mundo, ¡ obsérvenlas!...y nunca pero nunca dejen de sentirlas.